
De vez en cuando me encuentro con gente que presume de cómo en sus aulas, sus centros, o dentro de su consulta se trabaja la inteligencia emocional. De esa gente puedo contar con los dedos de las manos los que no sólo lo dicen sino que lo hacen. Hay muchos artículos sobre para qué sirve la educación emocional y mil millones de dinámicas en internet para trabajarla pero la educación emocional no puede ser educación emocional si se trabaja sólo de forma racional.
- NO es educación emocional enseñar a un niño a identificar emociones si luego le dices que no te pasa nada cuando identifica las tuyas.
- NO es educación emocional enseñar a un niño a darse cuenta de cuándo está triste y luego decirle que no llore.
- NO es educación emocional distraer a un niño cuando se ha hecho daño.
- NO es educación emocional decir que puede enfadarse y luego mandarle al rincón de pensar.
- NO es educación emocional decir «ME estás enfadando»
- NO es educación emocional aleccionarle sobre cómo TIENE que ser valiente, sociable o cariñoso.
- NO es educación emocional forzar a un niño a que aprenda algo que no está preparado para aprender
- NO es educación emocional meterle miedo para controlar su comportamiento.
- NO es educación emocional hacer chascarrillos delante de él sobre lo indomable, trasto, demonio que es.
- NO es educación emocional castigar cuando hace algo que a TI no te gusta.
- NO es educación emocional intentar que logre lo que TÚ te propones.
En resumen, NO es educación emocional cualquier cosa que se salga de entender las emociones del niño, las propias y expresarlas y comunicarlas con respeto y desde una posición de igualdad ( y si no se hace así, al menos, pedir perdón). Porque los padres, maestros, educadores, profesores y terapeutas somos figuras de autoridad pero no somos más que ningún niño. El día que entendamos que la educación emocional se enseña profundizando en nosotros mismos y revisando nuestra propia manera de funcionar, entonces, solo entonces, podremos enseñárselo bien a los niños.
Como veréis empiezo septiembre un poco guerrera. Así estoy y así me acepto.
Me encantará que me comentéis qué pensáis vosotros, cómo se trabaja en los centros de vuestros hijos, cómo lo trabajáis en casa y, por supuesto, que añadáis más cosas que NO son educación emocional. Mil gracias por leerme.
Comentarios recientes