
Algunos creen que es el personaje más egoísta de los últimos tiempos, otros la consideran la voz de su generación, o por lo menos, como dice ella “una voz de una generación”. Lo que está claro es que Hanna Horvath no deja a nadie indiferente, y que aun con todos sus problemas, trastorno obsesivo compulsivo incluido, conocerla nos ha dado la oportunidad de reflexionar sobre muchos temas.
1. Todos somos diferentes y todos tenemos necesidades diferentes
Hannah se esfuerza cada capítulo por defender su individualidad, sus sentimientos, sus ideas, sus deseos… Tanto, que suele olvidarse de que los demás existen y también tienen sus propias necesidades, sentimientos y deseos, y también necesitan que les escuchemos. Si a ti te pasa lo mismo y eso te crea los mismos problemas que a Hannah tendrás que aprender a dejar por un momento a un lado tus asuntos para poder prestar atención a los de los demás. Las relaciones más satisfactorias y duraderas son recíprocas, y por mucho que te pueda costar asumirlo ni tú ni nadie, es el centro el universo.
Soy un individuo y siento lo que siento cuando lo siento
2. Tienes que aprender a decir no
Es realmente liberador decir no a cosas que odias
3. Tienes derecho a cambiar de opinión
Las decisiones se toman en un momento determinado pero con el tiempo se pueden cambiar. Las personas estamos en constante crecimiento, y lo que nos puede parecer una idea estupenda a los 20 años puede ser un auténtico castigo a los 40. Es por esto que las decisiones se toman en base a argumentos, sentimientos y circunstancias del presente, y como el presente cambia, las decisiones también pueden hacerlo.
Mis circunstancias han cambiado y no me puedo permitir seguir trabajando gratis
4. Debes ignorar la voz interna que te critica
Todos tenemos un personajito por dentro que nos critica y nos señala lo que hacemos mal y lo que no le gusta de nosotros. “Estás demasiado gorda”, “eres una pesada”, “no lo vas a conseguir”… Este personajito en realidad lo que suele estar es muerto de miedo por no sentirse lo suficientemente bueno o por no sentirse aceptado por los demás y te mete mucha caña para intentar protegerse. Así que cuando le escuches, no te olvides de que es una parte de ti, pero no eres tú, y de paso dile, que le entiendes, pero que mientras te hable de esa manera no le vas a hacer caso. ¿O acaso escucharías a algún amigo que te tratara de esa manera?
Cualquier cosa mala que alguien piense o diga sobre mí, ya me la he dicho yo antes, probablemente en la última media hora
5. Lucha contra tus inseguridades
Una autoestima que se tambalea es un mala aliada para conseguir una pareja que valga la pena. Y no es porque vaya a evitar que haya gente interesada en ti y en las mil cualidades que tienes, sino porque es difícil creerse que alguien te quiere si no te quieres tú primero. Por eso, tal como le diríamos a Hannah, ponte a trabajar en todas esas inseguridades porque una vez que tú estés bien contigo misma, será más fácil manejar los conflictos, entender a tu pareja, no boicotear cada paso que vayáis dando y decirle, con claridad y sin duda alguna, te quiero.
He estado saliendo con alguien que ha tratado mi corazón como carne de mono. Me siento invisible la mitad del tiempo, así que tengo que aprender cómo es que te traten bien antes de que sea demasiado tarde
Este post lo publiqué originalmente en la revista enfemenino.
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